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Puerta grande para Castella y orejas para El Juli y Bolivar en Cali
31 Diciembre 2009Cali (Colombia). Miércoles 30.Quinta corrida de feria. Lleno de “No hay billetes”. Toros de Puerta de Hierro, justos de presencia y fuerza.
Seis toros de la ganadería de Puerta de Hierro, propiedad de Eduardo Estella, terciados y pobres de cara salvo el sexto. Fueron desrazados y mansos en general, aunque se dejaron en diverso grado primero, tercero y quinto.
Julián López "El Juli": Media trasera y descabello (oreja) y estocada y descabello (palmas).
Sebastián Castella: Estocada (silencio) y estocada desprendida (dos orejas).
Luis Bolívar: Pincha y caída (Saludos y bronca a la Presidencia por no dar la oreja) y entera caída (palmas).
Tarde calurosa y despejada y un lleno completo en los tendidos
CRONICA DEL FESTEJO
Volvio Castella a Cañaveralejo y volvió a cortar orejas en una tarde en que el ganado enterró la ilusión de los espadas pese a que "El Juli" también cortó una oreja del primero.
El ganado de Don Eduardo Estella fue muy terciado, lo que de por sí ya desluce. Tuvo poca raza, manseando sobre todo los lidiados en tercer y cuarto lugar. El tercero incluso saltó tres veces al callejón buscando la huida.
"El Juli" convenció en el primero una vez más. No lo exigió de arranque bajándole luego la mano trazando los muletazos lentamente.
Exigió al toro con la izquierda, pero es por el derecho por donde logró los mejores muletazos.
En el cuarto, que no tuvo recorrido, ni transmitía nada, lo intentó sin llegar al aburrimiento.
Castella intentó que no se le vaya a tablas el segundo de la tarde, que en los primeros tercios saltó tres veces la valla, la tercera con gran limpieza.
Pero los toros son criados no para destacar en deportes olímpicos, sino para embestir bravos tras la muleta.
Valiente porfía de Castella ante el atleta, sin conseguir llevarlo a otros terreros que los de las tablas de donde salía huido tras cada muletazo.
En el quinto le dio vuelta a la tortilla. Puso toda la carne en el asador y desplegó las virtudes de su toreo. Hierático primero, cerca, con alardes de poderío, luego.
Primero fueron los estatuarios, luego series deslucidas esta y aquella por irse de manos el morlaco. El francés mostró su sitio y estuvo siempre por encima de las condiciones del animal lo que complació a la festiva afición caleña.
Luis Bolívar, natural de esta ciudad, lo intentó siempre. Con capote y muleta. Se apagó pronto su primero, que sin embargo tomaba bien la muleta por el derecho.
Al segundo le propinó también largas a porta gayola, buenas verónicas y capotazos firmes. El toro repetía pero sin humillar y el caleño le quitó muletazos reposado, con poderío. Tras rajarse el toro insiste nuevamente sin poder remontar la faena
EFE