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El Puerto tiene un torero, se llama Daniel Crespo
10 Agosto 2025De nuevo debo felicitar a la Banda de Música ‘Maestro Dueñas’, aparte de la buena ejecución de su repertorio, también por la sensibilidad de sonar tras el recibo capotero de Crespo en el sexto de la tarde, como por ‘reflotar’ al ‘Vaporcito de El Puerto’ durante la triunfal vuelta al ruedo del matador en el mismo toro.
-Morante de la Puebla:
El ‘genio’, a pesar de llegar mermado a El Puerto tras la paliza que le día anterior sufrió en la plaza de Marbella, ha podido de nuevo derramar su torería en una de las plazas favoritas de su admirado ‘Joselito’. Aunque se le notaba la ‘merma física’ logró con su mágica torería olvidarse del cuerpo y torear con el alma.
Recibió a su primero con cadenciosas verónicas sacándolo hasta mas allá de la segunda raya y rematando con sevillana media. Tras el puyazo le recetó un quite por delantales rematados con media a pies juntos. Tras un torerísimo comienzo de faena con la muleta, cuajó series de gran calado y hondura sobre el pitón derecho, rematadas con cambios de manos, trincherillas y pases de pecho. Con la izquierda enjarretó limpios naturales. Tras una estocada cortó las dos orejas.
Comenzó la faena del cuarto con unas personalísimas chicuelinas ejecutadas con medio capote, el toro le arrolló sin consecuencias, en el remate de tan suigéneris recibo. Hubo un poco de desorden en la suerte de picar tras el derribo del jaco y la consiguiente caída del picador Ángel Rivas. Tras un segundo encuentro con el caballo entró en quites Roca Rey realizando unas caleserinas, lo que encendió la llama de la rivalidad que ya mencioné con antelación. La faena de muleta fue de nuevo un compendio de torería añeja, sobreponiéndose al dolor corporal impregnado el albero con gotas de arte y valor. Superiores fueron unos naturales al ralentí y una serie de derechazos de uno en uno aguantando incluso un parón del toro antes del embroque. Acabó con el toro de media estocada tendida tras un pinchazo, para colmo de males el tercero levantó al toro con la puntilla. Se le pidió la oreja que la presidencia no otorgó. Tras saludar desde el tercio, Morante hizo un gesto de desprecio al palco presidencial, lo que demuestra que aparte de genio es humano. Mi opinión como aficionado es que “mientras de un diestro no devuelva, torera y educadamente, una oreja no merecida tras la concesión de esta no tendrá derecho a recriminar al palco la negativa de un trofeo que para él es merecido”.
Recibió a su primero con verónicas a pies juntos rematadas con larga. Quitó por gaoneras y larga. Comenzó la faena de muleta en el tercio pasándose por detrás al toro de rodillas. Logró buenos derechazos y circulares toreando en la misma boca de riego. Con la izquierda también logró buenos muletazos. Terminó con benardinas y tras una estocada paseó las dos orejas.
En el quinto de la tarde lo recibió por verónicas. Comenzó por estatuarios su labor con la muleta. El toro quería embestir, pero sin duda alguna fue el de menos poder de la corrida. Roca no intentó hacerlo romper hacia adelante, sino que se empecinó en córtale las distancias para meterse entre los pitones y realizarle el toreo que le ha hecho rico. Los aficionados se dieron cuenta de que el diestro estaba ‘destoreando’ y no admitieron su decisión. Tras un pinchazo y estocada saludó desde el tercio.
-Daniel Crespo:
El portuense volvía a su plaza después de la injusticia que sufriera el pasado año de no verse anunciado en los carteles. Aunque abismal era el compromiso de verse anunciado con las dos máximas figuras del toreo actual, Crespo no se dejó amilanar y tiró de casta, orgullo y valor para lograr triunfar y salir junto a ellos por la puerta grande. Además, sin ninguna duda, a pesar de empatar en trofeos la terna, hoy ha sido para el aficionado el máximo triunfador de la tarde.
Lanceó por verónicas a su primer enemigo, rematando con media y larga. Puso en suerte al toro galleando por chicuelinas y tras el puyazo le recitó un ceñido quite recordando de nuevo al maestro chicuelo. Brindó al cielo, con toda seguridad a la figura de su abuelo quien fue el ‘culpable’ de que le corra por las venas el veneno del toro. Toreó por estatuarios. Se lo sacó al tercio y le propinó una tanda de buenos derechazos. El toro tenía muchas teclas que tocar y la faena se fue diluyendo en un ‘buscar y no encontrar’ los terrenos apropiados para sacarle provecho. Tras un pinchazo y estocada recibió una ovación.
En el sexto de la tarde SI demostró que quiere ser torero. Salió a ‘revienta caldera’ yéndose a la puerta de chiqueros para recibirlo con una larga seguida de unas poderosa verónicas que pusieron al público en pie e hicieron arrancarse a la banda de música. Brindó al respetable y lo citó con la muleta recogida en forma de ‘cartucho de pescaó’. Lo toreó en redondo con series largas bajo los sones de ‘El concierto de Aranjuez`. Con la mano izquierda logró grandes tandas de naturales, con los riñones muy encajados y con la figura esbelta sin forzar la compostura. Antes de entrar a matar y al son de un espontáneo fandango que le cantaron desde el tendido cuatro, regaló una serie de naturales de frente rematados con un farol. Tras una buena estocada la plaza aclamó al torero y le cortó las dos orejas, en mi opinión los dos trofeos más justos concedidos en lo que va de temporada.
Ahora la pelota está en el tejado de la empresa que no debe poner nigún calzo para que vuelva la próxima temporada a torear en la Plaza Real. Ahora solo queda que a Alejando Morilla, el otro matador en activo nacido en bajo el manto de Nuestra Señora de los Milagros, se le prime por su triunfo en la temporada 2022 y ambos toreros se vean anunciados en el abono de 2026.
Luis Ángel Íñigo.

