Juan Manuel Garcia de Quiros Pérez
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Juan Manuel Garcia de Quiros PérezAficionado taurino |
04 Noviembre 2025
De negro y azabache
Se nos fue el último eslabón del toreo de Belmonte, aquel que continuaron Gitanillo de Triana y Cagancho. Casi na’.
Rafael Soto Moreno, hijo de una gitana del Barrio de Santiago, el más gitano y más castizo de todo Jerez, de delantal blanco con tiras bordás, toquilla de ganchillo, zarcillos de coral y un roete en el pelo. Rafael nació al amparo del Señor del Prendimiento, de su “muma” Desamparo y de la morena de la Calle Merced. Ese día, el de arriba le echó todas las bolitas: puso en sus muñecas de seda el don eterno del toreo a la verónica... aunque también, por desgracia, le regaló unas rodillas de porcelana.
Desde hoy, ese capote con el envés añil duerme por los siglos de los siglos en una caja de cartón en un altillo con bolitas de alcanfor, en alguna casa de la Calle Cantarería, en la andana de un casco de bodega, en un recoveco de la Iglesia de Santiago o la Merced o en un rincón polvoriento del coso de la Calle Circo.
Con aquel capotillo, Rafael —a pesar de sus carencias físicas y técnicas— era capaz de templar con ese quejío y esa gracia que solo los elegidos poseen. Ese toreo a la verónica, a pies juntos, como si estuviera anclado en una loza de barro de la casapuerta de su casa, debería ser declarado la octava maravilla del mundo. Mentón en el pecho y cintura al compás, como si de un cante del Sordera se tratara. Era capaz de parar el tiempo y hacer de una media verónica algo eterno.
Rafael era único, irrepetible. Blanco o negro, el gris no existía para él. Quizás con más sombras que luces, sí, pero sus luces eclipsaban cualquier penumbra. Era de los que en un toro armaba una bronca, y al siguiente, hacía que los gitanos se rompieran la camisa.
Se torea como se es, y Rafael eso lo llevó a la máxima expresión. Toreo calé, sin ojana, con quejío y sentimiento. Su toreo era un acorde de la guitarra del Morao, una bulería de José Mercé, una pataíta del Pipa, un cante por Jerez de la Macanita, una soleá del Torta o un fin de fiesta de la Paquera.
Hoy descansa Rafael en el cielo eterno del toreo. Silencio…
Hoy torea Rafael junto a Belmonte, Gitanillo de Triana y Cagancho,
en las marismas azules del cielo.
Descanse en paz.
¡Que viva eternamente Rafael de Paula, caramba!
Juan M Quiros






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